La Eurocopa de 1976, celebrada en Yugoslavia, marcó un hito en la historia del fútbol europeo. Este torneo no solo destacó por el nivel competitivo de los equipos participantes, sino también por un desenlace que quedó grabado en la memoria colectiva del deporte.
Checoslovaquia, Campeón Sorpresa
La selección de Checoslovaquia, liderada por una generación de jugadores talentosos, sorprendió al mundo al consagrarse campeona. En la final, se enfrentaron a la poderosa Alemania Federal, vigente campeona mundial y europea, en un partido que terminó 2-2 tras el tiempo reglamentario y la prórroga.
La igualdad llevó el desenlace a una tanda de penales, la primera vez que un título europeo se definiría de esta manera.
El «Penal a lo Panenka»
La final será recordada eternamente por el penal ejecutado por Antonín Panenka, quien definió el disparo decisivo con un toque sutil y preciso que engañó al portero alemán Sepp Maier. Este estilo, conocido como el «penal a lo Panenka», se convirtió en una marca registrada en el fútbol, replicado por jugadores de todas las generaciones en momentos clave.
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