El Debut de Michael Jordan en la NBA: El Inicio de una Leyenda (1984-85)

Michael Jordan es considerado por muchos el mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos, pero antes de convertirse en un ícono global, tuvo un inicio prometedor en la NBA. Su debut en la temporada 1984-85 con los Chicago Bulls marcó el inicio de una carrera legendaria que transformó el deporte para siempre.

La Llegada de una Superestrella

Jordan fue seleccionado en la tercera posición del Draft de 1984 por los Chicago Bulls, detrás de Hakeem Olajuwon y Sam Bowie. Desde el primer momento, mostró su impacto en la liga con su explosividad, habilidades ofensivas y mentalidad competitiva. En su primer partido oficial, el 26 de octubre de 1984, anotó 16 puntos contra los Washington Bullets, dejando claro que era un jugador especial.

Una Temporada de Consagración

A lo largo de la temporada 1984-85, Jordan promedió 28.2 puntos, 6.5 rebotes y 5.9 asistencias por partido, números impresionantes para un novato. Su rendimiento lo llevó a ganar el premio al Novato del Año (Rookie of the Year) y a ser seleccionado para el All-Star Game, consolidándose como una de las nuevas caras de la NBA.

Aunque los Bulls fueron eliminados en la primera ronda de los playoffs por los Milwaukee Bucks, Jordan dejó una gran impresión en la liga. Su estilo de juego agresivo y espectacular ya lo perfilaba como una futura leyenda, aunque aún estaba lejos de ganar su primer campeonato.

El Inicio del Camino al Éxito

Si bien Michael Jordan no ganó títulos en sus primeras temporadas, su talento y determinación lo convirtieron rápidamente en una superestrella. Su dominio absoluto llegaría en los años 90, donde lideró a los Bulls a seis campeonatos de la NBA.