
El 29 de septiembre de 1977, el legendario Muhammad Ali protagonizó una de las peleas más recordadas de su carrera, enfrentándose a Earnie Shavers en el icónico Madison Square Garden de Nueva York. Esta pelea no solo reafirmó el legado de Ali como uno de los más grandes boxeadores de todos los tiempos, sino que también puso a prueba su resistencia y habilidad ante uno de los pegadores más temidos de la división de los pesos pesados.
El Contexto de la Pelea
Ali llegaba a este combate como campeón mundial de los pesos pesados, defendiendo su título por decimoquinta vez en esta etapa de su carrera. Earnie Shavers, conocido por su devastador poder de golpeo, tenía una impresionante reputación como un boxeador capaz de noquear a cualquier rival con un solo puñetazo. Este enfrentamiento prometía ser un choque entre la técnica, la resistencia y la rapidez de Ali contra la fuerza bruta de Shavers.
La Pelea
La batalla, pactada a 15 asaltos, cumplió con las expectativas:
- Rondas iniciales: Ali comenzó con su característico estilo de boxeo fluido, utilizando su jab y moviéndose constantemente para evitar los golpes más fuertes de Shavers.
- Poder de Shavers: En las rondas intermedias, Shavers conectó varios golpes contundentes, poniendo en peligro a Ali en varias ocasiones. Fue evidente que su poder era real y que Ali tendría que recurrir a toda su experiencia para resistir.
- El cierre de Ali: En las últimas rondas, Ali hizo gala de su increíble resistencia y su capacidad de boxear bajo presión. En el asalto 15, lanzó una ráfaga de golpes que dejó a Shavers sin respuesta, asegurando su victoria en las tarjetas de los jueces.
Decisión y Repercusiones
Ali ganó la pelea por decisión unánime, pero no sin dificultades. Muchos consideran este combate como una de las pruebas más exigentes de su carrera, ya que Shavers logró sacudirlo con varios golpes potentes.
Legado de la Pelea
- La grandeza de Ali: Este combate demostró una vez más que Muhammad Ali no solo era un maestro del boxeo técnico, sino también un guerrero con un corazón indomable.
- Shavers, un rival digno: Aunque Shavers no logró conquistar el título, su desempeño en esta pelea consolidó su reputación como uno de los mayores pegadores de la historia del boxeo.
- Una pelea para la historia: Ali vs. Shavers es recordada como una de las grandes batallas del boxeo, mostrando la combinación perfecta de técnica, poder y espíritu competitivo.
El triunfo de Ali en 1977 reafirmó su posición como uno de los más grandes campeones de todos los tiempos, y este combate sigue siendo una referencia obligada para los amantes del boxeo.
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